El diamante siempre ha sido una gema fascinante para los geólogos y Evan Smith, investigador del Instituto Gemológico de América (GIA) nos revela tres motivos de este magnetismo.
Smith está considerado una eminencia en esta materia y entre los hitos de su carrera científica se encuentran artículos que han ocupado las revistas de algunas de las revistas especializadas más prestigiosas, como Nature y Science.
Tres cosas que seguro que desconocía acerca de los diamantes
Los diamantes son gemas que hacen gala de un hipnotismo asombroso y descubrir algunos de sus secretos resulta siempre estimulante. Vamos allá.
1.- Los diamantes se forman a mayor profundidad en la tierra que otros minerales
La mayoría de los minerales se forman en la corteza terrestre, que es la capa sobre la que vivimos. Esto incluye tanto al corindón (rubí y zafiro) como al berilo (esmeralda, aguamarina y morganita), pero no al diamante porque se forma a mucha más profundidad (entre 150 y 200 kilómetros, y los conocidos como «diamantes superprofundos» en el límite entre el manto de la Tierra y su núcleo exterior).
Es posible que se esté preguntando… ¿si se forman a esas profundidades, cómo llegan hasta la superficie? Los diamantes suelen verse arrastrados en erupciones volcánicas a menos de 200 kilómetros de profundidad y, en consecuencia, son portadores de información muy valiosa en sus inclusiones minerales (la cianita, el granate y el olivino son inclusiones muy comunes).
2.- Hasta hace muy poquito se desconocía casi todo acerca de los «diamantes superprofundos»
Hasta hace no demasiado se creía que los diamantes que se formaban a profundidades superiores a 200 kilómetros eran pequeños y de baja calidad. Sin embargo, en los últimos años se ha comprobado que muchos de los diamantes de gran tamaño y calidad gema -diamantes de tipo IIa (piedras con el mejor color y claridad) y diamantes de tipo IIb (grises o azules debido a la presencia de boro) son, en realidad, piedras superprofundas. De hecho, los diamantes superprofundos se identifican por la presencia de inclusiones minerales de alta presión como Ca-pv, perovskita de calcio.
¿Algunos ejemplos de esto? El diamante Constellation (813 quilates, Botsuana), el famoso Hope, el diamante en bruto de 404 quilates hallado en Angola o, incluso, el mayor diamante jamás encontrado (el Cullinan, 3.106 quilates).
3.- A la hora de clasificar a los diamantes existen más criterios de lo que podría parecer a simple vista
Cuando se habla de tipos de diamantes de rango comercial se suelen tener en mente los Tipo IIa y Tipo IIb (términos que hablan de la apariencia física de un diamante, su color y claridad y, en consecuencia, de su valor de mercado). Sin embargo, los geólogos tienen en cuenta otros criterios, como el tipo de roca en que se forman; así, los geólogos suelen hablar de diamantes eclogíticos y peridotíticos.
La peridotita y la eclogita son dos tipos de roca que se encuentran en el manto terrestre y los diamantes pueden formarse en ambas. Estos diamantes son conocidos como «diamantes litosféricos» y son de los que se encuentran más cerca, relativamente, de la superficie de la Tierra (no son «superprofundos»).
La peridotita es una roca ígnea y es el tipo de roca predominante en el manto. Cuando los investigadores encuentran inclusiones de olivino en un diamante concluyen que la roca huésped era peridotita.
Por su parte, la eclogita, que es una roca metamórfica, resulta más infrecuente. La presencia de inclusiones de cianita en un diamante indica que se formó en una roca de eclogita.
Para finalizar, un «bonus». ¿Se imagina cuáles son los diamantes más antiguos del mundo?
Los diamantes más antiguos del mundo
La Tierra tiene 4.500 millones de años y las rocas más antiguas de nuestro planeta, encontradas en el norte de Quebec, tienen 4.300 millones de años.
Los diamantes más antiguos tienen 3.500 millones de años y, al igual que las rocas más antiguas de la Tierra, proceden de Canadá. Los diamantes más antiguos estudiados por los geólogos hasta la fecha son originarios de la mina Diavik. Algunos de los diamantes más «jóvenes» de la Tierra se encuentran en las minas de Argyle (1.600 millones de años) y Ellendale (1.400 millones de años) en Australia, y en Sierra Leona, donde los diamantes de Zimmi tienen 650 millones de años.
Para poner esto en perspectiva: cualquiera de estos diamantes es más antiguo que el Océano Atlántico, que se abrió cuando el supercontinente Pangea comenzó a separarse hace unos 200 millones de años, y que los dinosaurios, que murieron hace 65 millones de años.
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