Las joyas de María Antonieta destrozan todos los récords en Sotheby’s tras multiplicar algunas casi 20 veces su valor estimado. El diseñador Gustavo Marinaro repasa el trasiego sufrido por estas piezas en los últimos 200 años.
Si hay una palabra con que se pueda calificar el resultado de la subasta de Sotheby’s que reunió en Ginebra a las carteras más voluminosas del mercado joyero es ‘impresionante’. Tal es así que la ‘pieza estrella’, una perla natural montada junto a varios diamantes en un colgante pasó de un precio estimado entre 880.000 y 1.750.000 euros, a caer bajo el martillo por la friolera de 32 millones de euros, estableciendo un antes y un después en los anales de la casa Sotheby’s, y de las grandes firmas de subastas en general.
En su conjunto, la subasta cosechó un total de 47 millones de euros y vendió los 100 lotes que Sotheby’s sacó a la venta, multiplicando casi por siete las estimaciones totales de la casa que rondaban los 7 millones de euros. El 90% de los lotes sobrepasaron la horquilla prevista.
En el evento de ayer se vendía una amplia colección perteneciente a la Casa de Borbón y Parma, rama de la familia real española, y diez de los lotes formaban parte de la colección particular de la que fuera última reina de Francia, María Antonieta, antes de que la Revolución Francesa truncara su carrera -y su cabeza- en 1793.
Por su espectacular revaloración destaca entre las piezas un sello con las iniciales entrecruzadas MA (María Antonieta) que partía en una horquilla de entre 7.000 y 8.800 euros, pero que acabó cerrándose por casi 400.000 euros.
Y lo mismo ocurrió con un broche engastado en diamantes incoloros y con un diamante central amarillo en talla pera de aproximadamente 11,5 quilates, que pasó de una estimación al alza de 70.000 euros, hasta los 1,8 millones de euros.
Unas pujas feroces que empujaron los precios de salida a límites poco vistos en los últimos años…
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