16.Jun.2017

 

En el vídeo os mostramos Dom Pedro, el aguamarina más grande del mundo.

Esta piedra fue extraída a finales de los años 80 en la mina Pedra Azul, en Minas Gerais (Brasil). Proviene de un cristal más grande, que desgraciadamente se fracturó en tres pedazos. Fue comprada por un brasileño cuya identidad no ha sido revelada, y que hizo cortar y tallar los dos fragmentos más pequeños, mientras que conservó el mayor, cuyo peso era algo superior a los dos kilos y unos 60 centímetros de altura.

En 1991, un comerciante de gemas de Idar-Obersteinn llamado Jürgen Henn, visitó al propietario, e inmediatamente pensó que un lapidario conocido por él, llamado Bernd Munsteiner, sería el candidato ideal para tallar la gema. Sin embargo, no fue capaz de cerrar un acuerdo económico.

Beryl variety aquamarine; The Dom Pedro aquamarine; 10,363 cts; Pedra Azul, Minas Gerais, Brazil; Object Number G10690

Un año más tarde, se enteró de que la gema había sido puesta en venta. El hijo de Henn, acompañado de Tom Munsteiner, hijo de Bernd Munsteiner, se desplazaron a Brasil para tratar de comprarla. Finalmente consiguieron hacerse con la aguamarina, asociándose en la compra con el gemólogo Dr. Herman Bank, de la firma Gebrüder Bank, Munsteiner, y el propietario brasileño.

A su llegada a Alemania, Bernd Munsteiner se hizo cargo de su talla. Tardó 4 meses en estudiar la mejor manera de trabajarla, y seis en tallarla. De esta forma, la aguamarina Dom Pedro se transformó en un obelisco de 35 cm de altura, 10 cm de base y un peso de 10,353 quilates. La forma en que está tallada hace que parezca que brilla desde el interior. Como apunte, cabe destacar que Bernd Munsteiner es considerado como el padre de la talla fantasía.

Fue presentada por primera vez en 1993 en Baselworld y, posteriormente, siguió siendo expuesta en varios eventos en diferentes países. Sin embargo, el socio brasileño quería recuperar la inversión, por lo que propuso cortarla y tallarla para producir varias gemas. Afortunadamente, una coleccionista de gemas llamada Jane Mitchell y su marido, Jeffery Bland, decidieron comprar el Dom Pedro en 1999. Tras ser expuesta en numerosos lugares, donaron la piedra al Museo Smithsonian en el año 2011, donde sigue expuesta, junto a una selección de gemas espectaculares.

Puede leer el original en www.ige.org