Invertir en alta joyería y, más concretamente, en aquellas que llevan diamantes u otras gemas de color siempre es una buena opción para los inversores y coleccionistas aunque es cierto que debe tratarse de piedras de gran
calidad y por lo tanto, al alcance de muy pocos bolsillos.
Así lo creen desde la consultora especializada en inversiones de gran lujo Knight Frank, que en su último informe del primer trimestre de 2019 destaca el valor creciente de las piedras preciosas de color, que superan al mercado de joyería en general y son cada vez más populares entre inversores y coleccionistas.
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