11.May.2020
  • Un recurso para las necesidades económicas
  • El Monte de Piedad reabrió el lunes y da cita previa cada 10 minutos

Más de 50 días cerrado, recibiendo una media de más de 300 consultas diarias (un centenar de ellas de leoneses), y una reapertura con asignación de citas previas cada diez minutos que en poco tiempo llenó el horario disponible durante tres semanas. Cientos de ciudadanos están empeñando sus joyas en Montecyl (la sociedad que agrupa a los Montes de Piedad de las antiguas cajas de ahorro España y Duero), que ahora gestiona la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), con sede en el Edificio de Botines. Recurren así a la histórica forma de obtener crédito empeñando sus joyas, de manera «justa, rápida y sin avales» y con la posibilidad de recuperar sus pertenencias cuando su situación financiera lo permita. Sobre todo, huyendo de las condiciones abusivas o directamente de la usura que imponen otras fórmulas de obtención de dinero rápido.

Montecyl tiene abiertas oficinas con la fórmula del monte de piedad en León, Valladolid y Salamanca, y en septiembre abrirá una nueva en Burgos. El sistema de financiación heredado de las obras sociales de las antiguas cajas de ahorro tiene en estas tres oficinas 12.000 usuarios, y sólo el año pasado 500 personas se incorporaron a esta cartera de clientes, que suma un conjunto de 15.000 operaciones de préstamos activas, por las que se tienen concedidos unos 12 millones de euros, a unos intereses mucho más bajos que los del mercado de crédito. «El importe medio de los préstamos que se hacen es de 630 euros, pero hay algunos de más de 20.000 euros», señala José María Viejo, director general de Fundos.

Ahora la necesidad de obtener dinero inmediato está llevando a centenares de leoneses a acudir a esta fórmula, de hecho Viejo calcula que en las últimas semanas han consultado y accedido al sistema alrededor de un 30% de clientes nuevos. «Ante la difícil situación del momento, optan por esta figura».

Tasador de Monte de Piedad - Seguridad ante el coronavirus
Tasador de Monte de Piedad – Seguridad ante el coronavirus. Foto por Jesús F. Salvadores

Montecyl ha tenido cerradas sus oficinas desde el 14 de marzo hasta el pasado lunes. «Al decretarse el estado de alarma hicimos una consulta al Banco de España y a la Delegación del Gobierno en Castilla y León, en relación a la naturaleza financiera de los Montes de Piedad. Se trataba de saber si el Real Decreto Ley los consideraba entidades financieras, y por tanto servicios esenciales que debían permanecer abiertos, o no».

El criterio no era único en la Asociación Española de Montes de Piedad (Presea), de hecho algunas de estas instituciones han permanecido abiertas en las últimas semanas mientras otras, como las de Fundos, han cerrado. «Finalmente el Banco de España entendió que no éramos una entidad financiera, sino una entidad social».

Desde esta semana Montecyl está de nuevo en activo, y la necesidad de ponerlo en marcha parece evidente, a la vista de la demanda generada. «Internamente se ha seguido funcionando a través de medios telemáticos, pero para empeñar nuevos objetos era necesario abrir». El director general de Fundos recuerda que el funcionamiento de los montes de piedad no tiene criterios de rentabilidad, sino sociales, desde hace más de 300 años.

«Son además fiables porque se actúa con transparencia y métodos sencillos. Se ofrece un préstamo a cambio de una prenda, que son joyas elaboradas con metales y piedras preciosas. Aunque muy pronto Montecyl ampliará el catálogo de prendas que admite», adelanta Viejo. Son los tradicionales créditos pignoraticios, «que ahora denominamos préstamos por tasación, algo que define mejor lo que es, de acuerdo con los nuevos tiempos».

Los clientes no necesitan aportar estudios de solvencia o garantías adicionales, simplemente es un préstamo que se aprueba de forma inmediata. «Un experto tasa la pieza que se aporta como garantía, el cliente deja la joya y se lleva un recibo de tasación y su dinero. Nunca es necesario justificar para qué se necesita el préstamo, que no tiene más límite que el valor real de la pieza». Los préstamos suelen tener una duración de 12 meses, pueden renovarse y las joyas se recuperan cuando el usuario satisface el crédito.

Si ni se paga ni se prorroga el préstamo, la joya se subasta. El Monte de Piedad se queda con el dinero por el que se concedió el préstamo y el beneficio a mayores se entrega a quien era propietario de la pieza originalmente. «En realidad esto ocurre muy pocas veces, en el 93% de los casos los clientes recuperan sus joyas, pero mientras han dispuesto del dinero que les hacía falta en un momento de apuro o necesidad puntual».