6.Jul.2017
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Esta crisis, en mi opinión, en sus últimos coletazos, ha hecho que durante estos últimos años se desmontaran o desengastaran (otros dicen desguazar), muchos diamantes de joyas que se entregaron en casas de compraventa para fundir, ya que el valor recuperado del metal ha servido a muchas familias para sobrevivir.
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Lote de piedras desengastadas. Imagen: Gemología MLlopis

No entro en detalles de si cuando se entregó la joya se tuvo o no en cuenta por parte de la compraventa, que eran diamantes, puesto que de muchos es sabido que el diamante pequeño, para mi entre 0,01 ct. hasta 0,15 ct., aunque para muchos incluso hasta 0,25 ct. no lo tienen en cuenta y solo valoran el metal.

O como he escuchado, lo que le dijeron a un cliente nuestro en una compraventa cuando llevó una pieza para ver lo que le daban por ella: «el diamante pierde su valor cuando está montado en una pieza». Me parece muy fuerte este comentario, no hace mas que fortalecer mi idea de que en muchas de estas tiendas, el personal a cargo del mostrador no tiene ninguna formación de joyería y menos de Gemología, y que en una situación de poder «todo vale»,¡No! ¡Esto no es así!

Un cajón desastre

Volviendo al tema de esos diamantes que se han desmontado, ahora se están vendiendo a talleres o a joyerías a precios muy por debajo de lo que su precio normal según tarifas como Rapaport o GOLD&TIME, pero mucho mayor de lo que en su día pagaron por ellos. Quiero decir que ahora están haciendo caja de todo lo desmontado y no pagado.

Compostureros, talleres, pequeños talleres y joyeros ven una oportunidad a precio bajo de tener diamantes para hacer composturas o nuevas piezas.

Estos lotes de diamantes están llegando a los talleres sin ningún tipo de clasificación, sin control, sin limpiar… ¡vamos! una auténtica aventura. Normalmente, algunos de nuestros clientes lo hacen, te entregan los lotes para clasificarlos, limpiarlos y comprobar que todos son diamantes.

Digo esto, porque la baja o nula formación en los empleados de estas tiendas hace que entren en el mismo saco circonitas, vidrios incoloros, zafiros sintéticos incoloros, espinelas sintéticas incoloras, moisanitas y diamantes.

Entonces lo que sucede es que cuando un pequeño taller o una joyería monta, por ejemplo, un rosetón de diamantes, el resultado puede ser muy variable si el que lo engasta no tiene cuidado. Es decir, en el mejor de los casos te puedes encontrar un rosetón de diamantes de diferentes tonos de color, quizás inapreciables para el cliente final, pero que a la hora de realizar un informe gemólogico de la pieza, nos encontramos que para un rosetón de siete piedras tenemos que indicar cuatro calidades de colores diferentes.

También ocurre con las purezas, que puedes encontrar piedras limpias, por ejemplo VVS e incluso VS, mezcladas con un Piqué 1 o Piqué 2. Esto en los casos en los que todas las piedras que se han engastado son diamantes, porque hay otros en los que al no clasificar los lotes por parte de un experto gemólogo, las piedras que te puedes encontrar, incluso rotas o fracturadas, en una pieza pueden ser circonitas, las mas comunes, hasta alguna moisanita (de 3 mm. de diámetro en adelante), como si fueran diamantes.

No vale lo de ‘vender barato’

En mi opinión, y no digo que todos los actores actuen igual, los que lo hacen no tienen ningún tipo de escrúpulos y nada de ética comercial además del desconocimiento de la Normativa CIBJO para el Comercio de Diamantes. No vale la excusa de que «lo vendo muy barato».

Lo correcto por parte de los propietarios de los lotes, generalmente las compraventas, sería hacer una revisión del lote por un Gemólogo, o por un Laboratorio Gemológico. Los primeros pasos en la clasificación, son los siguientes:

  • Limpiar con ultrasonidos el lote, para ello hay que usar cestitas adecuadas como las que se usan para el té. Con ello quitamos polvo, grasa y limaduras o virutas. Por favor no se os ocurra poner la secadora con las piedras fuera de la cesta.
  • Separar piedra de color de incoloras. Escampando el lote en bandejas blancas, con la ayuda de pinzas y una buena iluminación de una lámpara de luz de día especial para diamantes, separo las piedras de color. Cuidado con los diamantes de color, que no los separo.
  • Separar diamantes de los que no lo son. Aqui es donde se nota la experiencia del ojo entrenado de un gemólogo. En las mismas condiciones anteriores, una bandeja blanca y bajo la mirada de un microscopio, voy separando con las pinzas, piedra a piedra a la vista, los diamantes de sus imitaciones. La rapidez en realizarlo puede variar en función de como nos organicemos la visión debajo de un microscopio y de como situemos el lote a visionar.
  • Separar por tallas. Esta parte ya es más fácil. Situamos todo el lote, ya limpio y solo de diamantes en un pad blanco y con la ayuda de las puntas o la pala de las pinzas vamos separando montones de igual talla. Luego con un recogedor pondremos cada lote en una papelina o carpeta.
  • Separar por color, (Escala GIA de D hasta Z) me refiero al color del diamante, colocando las piedras en una cartulina blanca en V y observándolas debajo de una lámpara de luz de día.
  • Separar por pureza IF, VVS, VS, SI Piqué. Para hacerlo mas rápido hacerlo con microscopio y habilitando una bandejita de metacrilato blanco con ranuras en V.
  • Separar por tamaños con la ayuda de un calibrador y de un tamiz para las tallas redondas.
  • Dependiendo del nivel de exigencias, obtendremos más o menos cantidad de lotes clasificados.

Manuel Llopis es gemólogo y director del laboratorio MLlopis, en Valencia.

Fuente: gemologiamllopisgoldandtime